Era inevitable que el primero te lo dedicara a ti, mi novia de San Francisco.
Tenía el pelo del color de la miel y el pintalabios naranja resaltaba su tez tostada. Iba bebiendo su café con azúcar, leche y chocolate. Un mix súper dulce que la despertaba bien para ir a clase. Quizás estuviese escrito en las estrellas de la noche pasada el encontrarse con aquel chico. Pero esa es otra historia.
2 comentarios:
Me ha encantado, futura muchachita de pelo azul compañera de cierto negocio.
Aiiish!! ¡Tú si que me encantas, pastelito mío de melocotones y leche condensada!
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